Esta misma semana se ha presentado el nuevo HTC One A9, un terminal que ha ido generando una gran expectación durante los últimos meses y que en el momento de su presentación finalmente no ha dejado a nadie indiferente. Se ha generado bastante polémica respecto a su parecido con el iPhone 6s, aunque lo cierto es que si bien tiene algunos elementos muy similares al smartphone anteriormente citado si que es cierto que mantiene algunas de las características que ya se vieron en otros terminales de HTC como el HTC One S o el HTC One.
¿Donde situaríamos este nuevo smartphone de HTC? Pues si nos fijamos en el conjunto de hardware y su procesador Qualcomm Snapdragon 617 con GPU Adreno 405 sin duda estamos hablando de un terminal de gama media, y más si nos atenemos al terminal que llegará a Europa ya que contará con tan solo 2 GB de RAM y 16 GB de almacenamiento interno, dejando fuera al modelo con 3 GB de RAM y 32 GB de memoria interna y que sólo podrá disfrutarse en Estados Unidos. Lo que si que compartirán los dos modelos es la tecnología de su pantalla, ya que HTC ha decidido dar un cambio y dejar de apostar como lo ha hecho hasta ahora por los paneles Super LCD y este terminal vendrá con tecnología de pantalla AMOLED.
Uno de los puntos más negativos de este terminal es su batería ya que sale al mercado con tan sólo 2150 mAh, un valor que a todas luces parece insuficiente debido al tamaño de su pantalla, y es que para mantener una pantalla de 5,5 pulgadas durante toda una jornada este valor no es aceptable. En un phablet como este a día de hoy una batería de menos de 3000 mAh te hará sufrir para llegar al final del día con algo de batería, con lo que habrá que hacer bastante uso de la tecnología Quickcharge 3.0 que incorpora para realizar alguna carga rápida durante el mismo.
HTC ha hecho especial hincapié en que la cámara es la mejor que la compañía ha utilizado jamás en un teléfono, cosa nada complicada puesto que era uno de los peores puntos de anteriores terminales si los comparábamos con sus competidores directos. Además se incluirá un lector de huellas y un sonido que a pesar de no ser estéreo incluye certificación Dolby de alta definición.
Hemos mencionado antes que uno de los peores puntos de este terminal era su batería, ¿y por qué no era lo peor de este teléfono? Pues por su precio. El coste de este smartphone en tiendas se espera que sea de unos 600 euros, un valor altísimo para las características que ofrece y que hace que se quede fuera de toda batalla a la que se enfrente ya que en ese rango de precio encontramos terminales mucho mejor equipados que este.